El obispo de Málaga quiere impulsar la “piedad eucarística” para mejorar la evangelización
Fecha de publicación: 10/06/2008
Lugar: Málaga
(VERITAS) En su carta del próximo domingo, 15 de junio, el obispo de Málaga, monseñor Antonio Dorado, invita “a cada parroquia a revisar lo que está haciendo” en el campo de la adoración eucarística, “y las posibilidades que tiene de mejorar, pues estoy convencido de que la piedad eucarística contribuirá mucho a proclamar el Evangelio y a profundizar en él”.
La carta se enmarca en el 125 aniversario de la implantación de la Adoración Nocturna Española en la Diócesis de Málaga.
El obispo está convencido de que “el culto privado y público a Jesucristo sacramentado reaviva nuestra fe, fortalece nuestro amor y fecunda nuestra labor evangelizadora” y subraya que “lejos de apartarnos del amor fraterno y de nuestro compromiso con los más pobres, nos da fuerzas y luz para imitar al Maestro y seguirle también por esta senda”.
“Como escuché decir a la madre de uno de nuestros sacerdotes, el sagrario es el lugar donde se consolida su vocación y se fortalece su espíritu” confiesa el obispo de Málaga.
Finalmente, el obispo considera “natural”, que “hayan surgido, a lo largo de la historia, numerosos movimientos para alentar los ejercicios de piedad que nos llevan a postrarnos humildemente ante el sagrario”.
Fecha de publicación: 10/06/2008
Lugar: Málaga
(VERITAS) En su carta del próximo domingo, 15 de junio, el obispo de Málaga, monseñor Antonio Dorado, invita “a cada parroquia a revisar lo que está haciendo” en el campo de la adoración eucarística, “y las posibilidades que tiene de mejorar, pues estoy convencido de que la piedad eucarística contribuirá mucho a proclamar el Evangelio y a profundizar en él”.
La carta se enmarca en el 125 aniversario de la implantación de la Adoración Nocturna Española en la Diócesis de Málaga.
El obispo está convencido de que “el culto privado y público a Jesucristo sacramentado reaviva nuestra fe, fortalece nuestro amor y fecunda nuestra labor evangelizadora” y subraya que “lejos de apartarnos del amor fraterno y de nuestro compromiso con los más pobres, nos da fuerzas y luz para imitar al Maestro y seguirle también por esta senda”.
“Como escuché decir a la madre de uno de nuestros sacerdotes, el sagrario es el lugar donde se consolida su vocación y se fortalece su espíritu” confiesa el obispo de Málaga.
Finalmente, el obispo considera “natural”, que “hayan surgido, a lo largo de la historia, numerosos movimientos para alentar los ejercicios de piedad que nos llevan a postrarnos humildemente ante el sagrario”.